La intervención más significativa de la reforma, fué el traslado de la cocina, desde el interior (ventilaba a un patio) hasta la fachada del patio de manzana, adaptando esta pieza a la funcionalidad que tiene actualmente en las viviendas actuales.

Edificio de 1895, división de cuatro viviendas de 150 m2 de superficie útil, en dos pisos de 100 y 50 m2 cada una de ellas. La cocina, habitualmente separada del estar en las viviendas de esa época, se integró en la sala. Se modificó la distribución, pero manteniendo las trazas fundamentales de este tipo de viviendas. El uso e intervenciones recibidas por la vivienda desde su construcción, no hizo posible la recuperación de elementos de pavimentos ni techos, que se renovaron completamente, al igual que se hizo con todas las instalaciones, cuyo trazado se realizó por falsos techos y tabiques de pladur, para no intervenir en los muros de fábrica de ladrillo macizo.

(colaboración interiorismo: Orna Sussman)

Reforma de oficina de 200 m2 de superficie. La estructura del edificio es de hormigón armado, con jácenas vistas, elementos con un fuerte impacto en el espacio interior. Se ha respetado esta cualidad del edificio, adaptando al máximo la modulación de espacios interiores al de la estructura, incluso enfatizandola ligeramente con el empleo de un tono de pintura distinto para pilares y jácenas del utilizado en paredes y falsos techos. Se han dispuesto espacios diáfanos, colocando los servicios y archivo en zonas residuales interiores. El mobiliario es modular, realizado en DM y dos acabados distintos, esmaltado o barnizado.

foto de www.11870.com